En los cursos y conferencias que impartimos, especialmente entre las personas que tienen poca o ninguna experiencia con Mindfulness, nos encontramos que hay cierta confusión sobre qué es Mindfulness y las expectativas en torno a sus beneficios.
Con la intención de contribuir a esclarecerlas, recogemos las más habituales a partir de nuestra experiencia:
- Mindfulness no es relajarse. Aunque uno de los efectos de la práctica sobre el que hay evidencia es la reducción del estrés que conlleva un mayor bienestar físico y psicológico, Mindfulness no persigue relajarse sino estar con lo que hay o con lo que surge momento a momento, sin desear que sea distinto a como es. Sobre el papel puede parecer contradictorio, pero hacer este ejercicio de conexión con la experiencia y de apertura sin “luchar” con ella permite soltar tensión y facilita el cuidarse. La mayor parte de las veces, después de practicar un@ se siente más enfocad@ y relajad@, pero puede que no sea así y no pasa nada.
- Mindfulness no es dejar la mente en blanco. No es vaciar la mente sino familiarizarse con el proceso mental, prestando atención a todo aquello de lo que podemos ser conscientes en cada momento. Puedes probar a hacer un pequeño ejercicio: detén un minuto la lectura, cierra los ojos y observa qué pasa por la mente… tal vez surge un pensamiento sobre algo que tienes que hacer dentro de un rato, quizás te acuerdas de algo que pasó ayer o puede que alguna sensación del cuerpo te distraiga (un pinchazo en la espalda, tensión en los hombros…). Puede que alguno de estos fenómenos venga “cargado” con una emoción y de repente sientas prisa, alegría o agobio. Con Mindfulness nos entrenamos a observar ese surgir y desaparecer de fenómenos en la conciencia sin quedarnos atrapad@s en ninguno de ellos.
- Mindfulness no es resignarse. La aceptación que cultivamos al abrirnos a la experiencia tal y como es, sin preferencias ni juicios, despierta, a veces, una reacción porque se confunde aceptar con resignarse. Lo primero implica recibir lo que viene sin oponerse, lo segundo implica conformarse o renunciar a hacer algo con lo que nos está pasando; en realidad, aceptar es muchas veces el primer paso para poder cambiar algo. Por ejemplo, aceptar que una relación personal no nos conviene o que un trabajo no nos satisface puede ayudarnos a hacer frente a lo que nos está pasando y a tomar las riendas de la situación.
- Mindfulness no es una píldora para la felicidad. Mindfulness es una práctica que te prepara para un estilo de vida orientado hacia el bienestar y la felicidad. Al igual que no esperamos que apuntándonos al gimnasio el cuerpo se muscule solo, tampoco podemos esperar que Mindfulness nos cambie la vida de un día por otro; es una práctica y, como tal, requiere de disciplina y compromiso. La mejor manera de iniciarse es a través del curso MBSR de Reducción de estrés en base a mindfulness, si quieres saber por qué, puedes recuperar el post que publicamos hace un tiempo: Cinco razones por que MBSR es una buena manera de iniciarse en Mindfulness.
Si quieres salir de dudas y experimentar directamente qué es Mindfulness, puedes hacerlo apuntándote al curso MBSR de 8 semanas que empezamos en unos días. Puedes hacerlo presencial y online; ambas modalidad disponen de evidencia científica y son igual de efectivas como indican recientes estudios.