Una de las preguntas frecuentes que nos hacen las personas que se interesan por el curso de Mindfulness online de Reducción de Estrés (MBSR) en el Instituto esMindfulness se refiere a la eficacia del curso online en comparación con el presencial.
En este post, pretendemos resolver esta duda (y otras que se derivan de la misma) en base a algunas evidencias científicas recientes y a nuestra experiencia como instructores después de haber acompañado a más de 1.500 participantes en cursos de Mindfulness online durante los últimos 3 años.
Nuevos datos que avalan la eficacia del MBSR online
Cuando hablamos de eficacia del curso MBSR online nos referimos a su capacidad para reducir el malestar psicológico asociado al estrés que se caracteriza por un conjunto de síntomas como pueden ser alteraciones del sueño, pérdida de interés, tensión muscular, cefaleas, problemas digestivos, dificultad de concentración, entre otros. Hay múltiples evidencias científicas que avalan la eficacia del MBSR en modalidad presencial pero no tantas sobre los cursos online.
En este sentido, recientemente el investigador Tomás Sard Peck ha presentado un póster de investigación en el 5º Congreso Internacional de Mindfulness celebrado en Zaragoza del 20 al 23 de junio de 2018, en el que mostraba los resultados de un estudio realizado explorando las diferencias en la reducción del malestar psicológico general entre un curso MBSR presencial y online en el que se concluye dos cosas interesantes:
1º que los participantes de ambos cursos presentaron reducciones significativas de malestar psicológico.
2º que esta reducción no difiere de forma significativa entre ambas modalidades; es decir, si cursas el MBSR online y realizas el entrenamiento (que es el mismo que en el presencial), puedes experimentar una mejora de tu bienestar igual o muy parecida a la que obtendrías haciéndolo presencialmente.
Por tanto, ambas intervenciones son eficaces siendo el MBSR online incluso algo más efectivo, como se ve en la tabla adjunta extraída del póster en cuestión.
Las ventajas y las limitaciones del entorno virtual
En este estudio también se miden otros indicadores de interés para entender las diferencias entre ambos cursos. Uno de ellos es la adherencia; es decir, el seguimiento de las actividades propuestas en el curso MBSR. En los cursos presenciales la adherencia se mide a través de la asistencia a las sesiones del curso; en el caso del curso MBSR online, la adherencia se mide a través de la realización de los ejercicios y actividades propuestas.
El resultado del análisis de este indicador muestra una mayor adherencia al curso presencial en el que el 92,7% de los participantes asisten al mínimo de sesiones requerido, frente a una adherencia del 68,6% en el curso online.
Esta diferencia se explica por la mayor implicación que requiere el aprendizaje virtual y que puede verse como una limitación del curso online frente al presencial que, como contrapartida, permite realizar el curso desde cualquier lugar y en el momento más adecuado para el participante; es decir, hay una mayor tasa de abandono, aunque también permite mayor flexibilidad y movilidad geográfica.
Estas diferencias no interfieren en la satisfacción de los participantes que es prácticamente la misma en los cursos presenciales y en los online, tal y como se observa en la tabla adjunta, extraída también del mismo póster.
De la investigación a la experiencia de l@s participantes
La investigación realizada por Tomás Sard Peck, cuyos resultados principales hemos presentado, apunta al hecho que las intervenciones psicoeducativas de Mindfulness, tipo MBSR, en modalidad online son cada vez más frecuentes y están siendo evaluadas con metodología científica en aras a probar su eficacia y eficiencia.
En base a nuestra experiencia en los últimos años impartiendo formación de Mindfulness online, podemos aportar otro punto de vista sobre la eficacia del curso MBSR online: el de l@s participantes. Así, por ejemplo, el 98,57% de los que han realizado el curso señalan que han notado mayor capacidad para manejarse en situaciones de estrés, para expresar necesidades y sentimientos (89,22%), para gestionar el tiempo (89,91%) y saber que tienen que cuidarse (92,88%).